domingo, 15 de septiembre de 2013

Nuevos Profes



Os dejo un enlace que tal vez os pueda interesar. Es una noticia de hoy en El País.Trata sobre los "nuevos profesores"

Nuevos tiempos. Nuevos Profes.

9 comentarios:

  1. Me ha parecido muy interesante el hecho de trabajar por proyectos tal y como se propone en el artículo. Sinceramente, al principio de la lectura me ha maravillado la clase tan divertida que han organizado las profesoras del grupo de infantil. A pesar de eso, creía que en primaria sería bastante difícil poder trabajar por proyectos ya que: las áreas a trabajar, las competencias, los contenidos,etc. son bastante más amplios comparándolos con los de educación infantil. No obstante, a medida que he ido leyendo la segunda parte del artículo me he dado cuenta de que lo que hace falta son ganas y mucho esfuerzo por parte de los profesores.

    El problema en mi opinión es que la gente se deja influenciar mucho por sus propias vivencias, en lo que a la educación se refiere. Es lo que hablábamos el otro día en clase, hemos adquirido ciertas formas de actuar como maestros a raíz de nuestras vivencias como estudiantes. Estos preconceptos sobre la forma de educar no sólo influyen a los maestros en nuestra labor docente, sino a los padres también. A pesar de que se quiera avanzar en las técnicas educativas, los propios padres necesitan algo que les diga que sus hijos están aprendiendo y que los profesores están trabajando en ello. Es ahí cuando mucho proyectos maravillosos se quedan en el aire.
    Por otra parte, creo que para enseñar por proyectos hay que trabajar mucho en ello, y no confundir lo que realmente significa trabajar por proyectos. Es decir, no por cambiar la metodología los alumnos van a aprender más, para ello se tendrán que llevar a cabo con una coherencia y un orden.

    Finalmente, me gustaría destacar la idea de que no por utilizar las TIC, el aprendizaje va a ser más significativo para el alumno. Estoy totalmente a favor de esa idea, ya que si se trabaja con la misma metodología que en la enseñanza mediante libros, no servirá de nada.

    En conclusión, opino que hay muchos profesores que son creativos. Por ello, se debería ayudar a que estos docentes desarrollaran su labor ofreciéndoles la oportunidad de enseñar a otros profesionales o estudiantes para que aprendan cómo se hace. Estoy segura de que si se enseñara con ejemplos y se mostraran las técnicas, las nuevas generaciones se lanzarían a probar que significa programar por proyectos, ya que mucho no se atreven porque no saben cómo hacerlo.

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  2. Después de leer detenidamente el artículo escrito por Elena Sevillano, debo decir que no puedo estar más de acuerdo con su visión de la educación actual. A lo largo de los casi cuatro años que llevamos formándonos en el ámbito de la docencia, hemos podido leer, trabajar, escribir y debatir sobre diversos aspectos de este tema.

    Por un lado, encontramos a los docentes dispuestos a innovar la educación. Estos, intentan modernizar tanto la metodología, como las actividades realizadas mediante proyectos, que mucho se alejan de los comunes ejercicios que encontramos en los libros. Un claro ejemplo del trabajo por proyectos lo localizamos en la clase de cocina de las profesoras María Salgado y Pilar Rivas. Este tipo de cambios en la educación, ven al alumno como sujeto activo de su propio aprendizaje. Así, incrementan la reflexión, la interiorización y la interdisciplinariedad, ya que el discente se encuentra mucho más motivado al estar aprendiendo en un contexto significativo, real, útil y cómodo.

    Por otro lado, trabajar por proyectos, a pesar de ser tan beneficiosos para los alumnos, puede traer problemas a los maestros. Un claro ejemplo lo podemos leer en las líneas dedicadas a Manel Rives, un docente que tuvo que abandonar más de un proyecto por la falta de colaboración del profesorado. ¿A qué es debida esa falta de compañerismo? ¿Por qué prefieren ver a sus alumnos andar en vez de correr?

    También es cierto que el miedo, la inseguridad o la falta de ganas de superación, no reside solo en los equipos docentes, sino que este temor también se encuentra en los padres de los alumnos. Este fenómeno se puede explicar si tenemos en cuenta que algunos padres y maestros se quedaron arraigados en el pasado. Consecuentemente, tienden a repetir las pautas de conducta que se manifestaban cuando ellos eran estudiantes. La solución a este lastre que impide avanzar está en la formación de los docentes y en la información dada a los padres.

    Además, me gustaría comentar la idea expuesta en el texto sobre el empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el aula. Es cierto que las TIC ayudan, pero no podemos pretender que solo con su uso, la educación se modernice e incluso mejore. Si no ponemos buenos profesionales al mando, estas herramientas solo servirán para reproducir lo mismo que ofrece el libro de texto. De nuevo necesitamos una formación completa del profesorado.

    Por último, es conveniente decir que hay un rayo de esperanza depositado en los futuros profesionales de la educación. Así, esperamos ansiosamente que las nuevas generaciones de maestros, mucho mejor preparadas que las anteriores, inauguren un nuevo modelo de educación que de respuestas a las verdaderas necesidades y demandas de la sociedad actual.

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  3. Tras leer y reflexionar sobre el artículo “Nuevos tiempos, nuevo profe” de Elena Sevillano y los comentarios de mis compañeras, he llegado a la conclusión de que el trabajo por proyectos no es nuevo y no es imposible emplear esta metodología en Primaria.

    Por un lado, considero que ya hace años que algunos docentes en sus aulas empleaban este método educativo, pero siempre eran minoría. La situación social ha cambiado, pero la educación parece quedarse atrás. De manera general, en las aulas primaban y priman los enfoques tradicionales y, últimamente, existe un intento de renovación que muchas veces consiste en trasladar el libro de texto a la pantalla del ordenador. Pero también podemos encontrar algunos profesores que sí que han adoptado el trabajo por proyectos, defendiendo su funcionalidad y significado.

    Quizás, tenemos unos preconceptos acerca de cómo impartir una determinada materia debido a la educación que hemos recibido. Estos nos pueden ser útiles para plasmar las aportaciones positivas recibidas a lo largo de nuestro proceso de enseñanza y aprendizaje como para modificar por completo aquellas experiencias negativas e insignificantes. Por ello, debemos dejar a un lado todo aquello que no tiene sentido y basarnos realmente en lo que necesitan los alumnos aprender. Pero debemos tener en cuenta que trabajar por proyectos no es fácil y requiere de una coordinación con el resto de docentes y una planificación de todo aquello que se pretende conseguir dando importancia al proceso.

    Como ya comentaba una compañera, muchos padres pueden tener opiniones tradicionales muy ancladas e incluso docentes del mismo claustro y, por este motivo, consideran que la mejor metodología es aquella más directa. Pero debemos superar estas barreras y demostrar que memorizar contenidos aislados de la vida cotidiana de los alumnos e insignificantes no tiene mucho sentido. Una manera de demostrar su efectividad es invitando a los padres a que accedan y participen activamente en el aula con sus hijos y que puedan observar con sus propios ojos que realmente están dotando de sentido a aquello que aprenden.

    Finalmente, me gustaría destacar el CEIP Stella Maris de Cartagena (Murcia) como ejemplo de trabajo por proyectos a nivel de centro. También a algunos profesores como Ramón Flecha, Miguel López Melero o Miguel Ángel Santos Guerra que pueden ser un referente para este tipo de metodología.

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  4. Fascinante. Cuando he leído el artículo me he quedado impresionada. Como alumno, tiene que ser muy divertido trabajar en aquella minicocina de clase, ver como la maestra cada día enseña cosas nuevas, hacer recetas, organizar la lista de la compra, pesar ingredientes traídos de casa, etc. ¿Y como maestra? Tiene que ser un encanto, después de preparar un proyecto con tantas ganas, ver como tus alumnos descubren, manipulan, interactúan, participan y sobre todo, aprenden.

    También es verdad que el trabajo que habrá detrás de todo el proyecto será inmenso, pero estoy segura que será gratificante ver como aquello planificado, organizado y pensado a consciencia es significativo para los alumnos. Es tan sencillo como trabajar con aspectos de la vida cuotidiana en clase y dejar de lado aquella trasmisión de conocimientos, muchas veces sin sentido, donde los alumnos escuchan, memorizan y repiten la información.

    Es cierto, que muchos de los profesores no confían en estos “nuevos métodos” y prefieren seguir con su metodología tradicional, pero pienso que deberían plantearse lo que están haciendo y qué puede perjudicar y/o favorecer al proceso de Enseñanza-Aprendizaje de sus alumnos. Debemos pensar en la mejor forma de aprendizaje para los alumnos e intentar no reproducir métodos desfasados y poco significativos, ya que aunque parezca increíble, muchos docentes si lo hacen, consciente o inconscientemente.

    Muchos de los padres, también desconfían del aprendizaje por proyectos, sobre todo cuando los niños son cada vez más mayores. Siguen pensando que el mejor aprendizaje para sus hijos es trabajar con libros y dejar de hacer tantos juegos y talleres.

    Además de coincidir padres y docentes en el aspecto comentado anteriormente, también concuerdan como comenta el texto, en la introducción de las TIC como método de innovación. ¿Simplemente llenando la clase de ordenadores, tablets y pizarras digitales, conseguimos que el aprendizaje sea específico, nuevo y creativo para los niños? No, no es así. Como tampoco trabajar por proyectos significa dejar los libros de lado. Han de tener relación y equilibrio, para crear armonía entre las preguntas por qué, para qué, qué, como, cuando y donde, ofreciendo así, una educación significativa.

    Por último, me gusta pensar, que como futuros docentes, hay una pequeña esperanza en nosotros para dar un paso adelante y mejorar aquellos aspectos educativos más flojos. Además, los maestros que dan todo por sus alumnos confían en nosotros para que lo sigamos haciendo y promoviendo una educación de calidad.

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  6. “Nuevos tiempos, nuevo profe” es un artículo que nos hace partícipes del trabajo de unos profesionales que aplican una educación creativa y reflexiva basada en proyectos. Por tanto, están apostando por una formación paralela a la sociedad y que prepara a los alumnos para enfrentarse a los cambios constantes producidos a sus alrededor.

    Como he comentado anteriormente, los tiempos avanzan y traen consigo cambios más rápidos que exigen otro tipo de destrezas a los sujetos. Por ello, me parece inconcebible que aún a día de hoy se siga apostando en muchos centros por una formación tradicional y reproductiva que no cumple las pretensiones exigidas por la sociedad, nuevas tecnologías, etc. Nos encontramos en muchos casos con una educación basada en un modelo industrial del siglo XIX-XX, en pleno siglo XXI. En un mundo donde la información se propaga a una velocidad irrefrenable y sin apenas control, los maestros deben preparar a sus alumnos a ser críticos, o de lo contrario se sentirán perdidos.

    En cuanto a la metodología por proyectos que se plantea, me parece una metodología idónea para conseguir una preparación para la vida cotidiana. Pero ¿por qué si se ha demostrado que puede ser muy efectiva aún sigue teniendo una presencia mínima en las aulas? El principal problema considero que reside, como han comentado también mis compañeras, en el miedo de padres y maestros por “innovar”, debido al asentamiento de unos preconceptos derivados de su formación. Asimismo, los maestros también son reticentes a dar el paso y cambiar por comodidad y miedo a la administración, o al posible enfrentamiento que pueda acarrear un cambio de metodología más creativa.

    Finalmente, me gustaría animar a todos los docentes y aspirantes a realizar un esfuerzo y dejar atrás nuestros preconceptos, y emprender una vía más adaptada a estos nuevos tiempos. Pero para cumplir este fin, debemos ser conscientes del camino que vamos a tomar y estar convencidos de que será lo más adecuado para nuestros alumnos, porque lo más importante son ellos. Asimismo, no debemos caer en el error de aplicar una metodología por proyectos por obligación o por seguir una “moda”, puesto que de esa manera de nada servirá haber cambiado. Lo importante es que el maestro adquiera la responsabilidad de sus decisiones con la seguridad de que su trabajo beneficiará a sus alumnos. Por tanto, considero que se trata más de promover un cambio de actitud docente que de un mero cambio de metodología.

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  7. Ya era hora de ver docentes que se arriesgan a ofrecer una forma de educación diferente al resto. Me parece una idea fantástica el hecho de que les den a los niños y niñas la oportunidad de manipular, de investigar y de descubrir por ellos mismos, de una forma dinámica, aprendizajes significativos que les servirán para su día a día, tales como los que se comentan en el artículo: conocer el prefijo de sus casas, las visitas que llevan en el blog, así como aprender lo que es el peso de las cosas, pesándolas; saber cómo nacen los pollitos, incubándolos y observándolo por ellos mismos; etc.

    En mi opinión, lo que se está intentando con este cambio radical, es eliminar por completo enseñanzas tradicionales que se basaban únicamente en la adquisición de conocimientos a partir del libro de texto, de manera que los estudiantes dejen de tomar los estudios como una obligación, de estar aburridos en sus clases y sin participar de forma activa.

    En cierto modo, se aceptan estas ideas en el ámbito de la Educación Infantil. Sin embargo, cuando pensamos en cursos superiores, vemos este trabajo por proyectos muy alejado de la realidad del aula. Pero debemos tener en cuenta que el hecho de que se vayan haciendo mayores no significa que deban dejar a un lado este modo de aprendizaje y que deban ponerse en marcha con realización de actividades, exámenes y libros de texto. No toda la enseñanza se basa en eso. Se trata de que aquello que están estudiando les motive, les despierte interés y de que expongan ante sus compañeros su parte más creativa, que aprendan los unos de los otros…

    Me parece muy interesante también la idea de utilizar las nuevas tecnologías como soporte de enseñanza, ya que con un solo clic podemos encontrar infinidad de elementos motivadores que puedan ayudar a comprender a nuestros alumnos aquello que están estudiando.

    En definitiva, animo desde aquí a que tanto los que actualmente son maestros como los que lo serán en un futuro piensen en cómo les gustaría a ellos que les hubieran enseñado, en qué están dispuestos a ofrecer para potenciar al máximo las habilidades y capacidades de sus alumnos y a que piensen que están poniendo en juego la formación de generaciones futuras y que han de ser responsables y consecuentes con sus actuaciones dentro y fuera del aula.

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  8. El artículo “Nuevos tiempos, nuevo profe” de Elena Sevillano, pone de manifiesto nuevas formas de acercar los conocimientos a los alumnos, que pueden resultar muy significativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

    Como hemos comentado en clase, el lenguaje no se aprende centrándose sólo en su estudio, sino usándolo especialmente. Pues bien, esta es la nueva visión que están teniendo los docentes dispuestos a innovar en educación y que están apostando por el trabajo por proyectos. En este nuevo enfoque, el alumno actúa como sujeto activo en el propio proceso de aprendizaje, de forma que se les ofrece la oportunidad de investigar y descubrir por ellos mismos. Asimismo, al acceder a los conocimientos de manera más práctica y de forma interdisciplinar, resultan más significativos y útiles en el día a día. Por tanto, se aleja de la tradicional trasmisión de conocimientos, en la que el profesor expone y el alumno escucha para posteriormente exponer en un examen los contenidos memorizados.

    Ahora bien, debemos tener en cuenta que trabajar por proyectos no es una tarea fácil ya que requiere una gran planificación de cómo vamos a hacerlo. Además, muchos docentes persisten en el intento por falta de colaboración del claustro y de los padres, ya que no confían del todo en la eficacia de este método. Como comentábamos un día en clase, tenemos unos preconceptos sobre la forma de educar muy influenciados por los modelos que hemos tenido cuando hemos sido estudiantes. Por este motivo, muchos padres y docentes consideran que la mejor metodología sigue siendo la directa y basada en el libro.

    La sociedad tiene que hacer un esfuerzo para superar esta concepción tan cerrada que perdura de la educación y dar oportunidad a nuevas técnicas de acercar los conocimientos de forma más práctica y vivencial. Puede favorecer este cambio de visión si se invita a los padres a que participen activamente en la enseñanza de sus hijos en el aula y que contemplen ellos mismos, la funcionalidad de lo que se está enseñando.

    Otro aspecto importante que se menciona en el artículo, es el hecho que las TIC no tendrán un valor innovador si se sigue con ellas la misma metodología que con los recursos tradicionales, como por ejemplo con el libro de texto. Es indudable, la necesidad de formar a los docentes actuales en las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías pues los contenidos pueden resultar más motivadores y significativos.

    Para concluir, ánimo tanto a los docentes actuales como a los que en un futuro ejercerán, a realizar un esfuerzo por superar las ataduras del sistema tradicional y ofrecer nuevas vías más adaptadas a las demandas de la sociedad actual. No consiste en dejar atrás toda la metodología tradicional, sino más bien en enriquecerla introduciendo aquellos recursos innovadores que van surgiendo. Yo tengo la esperanza en todos aquellos docentes que realizan su labor por vocación, ya que los alumnos son lo más importante y buscarán lo mejor para ellos.


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    1. Con este artículo queda reforzada la idea de la permanente formación de un maestro, es decir, la formación de una persona que se dedicará el resto de su vida a la educación (incluso a cualquier otra disciplina) no acaba cuando recibe un título académico, no, es más que evidente que vivimos en una sociedad cambiante y con ella la escuela, y sino echad la vista atrás y pensad si la escuela actual es igual a la escuela donde nosotros mismos hemos estudiado, es evidente que no.

      Está bien la innovación y la metodología un poco "independiente" que se plantea y de la que se habla durante todo el artículo ya que se fomenta el aprendizaje significativo y motivador (comprobado como más eficaz que el tradicional), pero bien, pensemos una cosa, ¿de verdad todos los maestros o futuros maestros están preparados para enfrentarse a una metodología así? Creo que la implicación y posición de los docente es clave en esta metodología, ya que de una propuesta tan atractiva y que aparentemente es más eficaz, pueden salir auténticos analfabetos si no se planifica bien y de forma detallada.

      Con esto quiero decir que el cambio no debería ser desde los propios colegios, que está claro que forman parte del proceso, también es cosa de la formación de los futuros docentes pero también la "actualización" de los que ya imparten clase.

      ANA GÓMEZ.

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